El Hospital de Jesús, ubicado en el vibrante Centro Histórico de la Ciudad de México, es una joya histórica que data de hace más de 500 años, fundada por Hernán Cortés. Este venerable hospital no solo es un monumento al pasado, sino un faro de excelencia médica que ofrece atención de alta calidad a precios sorprendentemente accesibles.
En una entrevista exclusiva, el doctor Octaviano Rosalez Serafín, presidente del Patronato del Hospital de Jesús, compartió con nosotros la esencia de esta institución. «Este hospital no es solo ladrillos y mortero; es un símbolo de nuestro compromiso con la salud desde hace siglos», expresó con entusiasmo. El doctor Rosalez, también un renombrado ortopedista y traumatólogo, ha sido fundamental en la preservación del legado y la calidad del servicio del hospital.
Una de las características más destacadas del Hospital de Jesús es su amplio rango de especialidades médicas. Desde cardiología y oftalmología hasta cirugía plástica reconstructiva y neurocirugía, el hospital está equipado para atender una diversa gama de condiciones de salud. Además, ofrece servicios avanzados como laparoscopia, artroscopia, y endoscopia, que son claves para diagnósticos y tratamientos precisos.
Lo que realmente distingue al Hospital de Jesús es su estructura de precios. Con consultas especializadas a tan solo $400 pesos, el hospital se posiciona como una opción accesible sin sacrificar la calidad. «Nuestro objetivo es que la salud de calidad no sea un lujo, sino un derecho accesible para todos», subraya el doctor Rosalez. Este enfoque ha permitido que miles de pacientes, que de otra manera podrían ver limitada su atención médica, reciban el cuidado que merecen.
El hospital se ha convertido no solo en un centro de tratamiento, sino también en un pilar educativo. Forma a nuevos profesionales de la salud que llevan consigo los valores de compromiso comunitario y excelencia. «La educación es parte integral de nuestra misión», afirma Rosalez, destacando cómo el hospital ha sido un lugar de aprendizaje para generaciones de médicos.
Mirando hacia el futuro, hay planes para mejorar la infraestructura del hospital sin perder su esencia histórica. «Queremos modernizar sin olvidar nuestras raíces. La combinación de lo antiguo con lo nuevo nos permitirá seguir brindando un servicio de excelencia», explica el doctor, detallando proyectos como la renovación de equipos médicos y la optimización de procesos.
Finalmente, el doctor Rosalez hace un llamado a la comunidad: «Ven al Hospital de Jesús, donde la atención médica no solo es sobre curar, sino sobre cuidarte con el corazón que solo la historia y el compromiso humano pueden ofrecer». Este hospital es más que un lugar para la medicina; es un testimonio vivo de la dedicación a la salud pública en México.